martes, 17 de junio de 2008

Hiru Handiak - Los Tres Grandes

Fecha: 14/06/08

Distancia: 100 km

Desnivel acumulado: 10.000 aprox.

Web: http://www.manueliradier.com/hh/hh08/hh08.htm

Por fin llego el día tan esperado, siete meses de preparación para esta carrera, cinco y seis días a la semana saliendo a correr por asfalto, por monte, series, tiradas largas, cortas, cuestas, de noche, de día, con calor, con frío, lloviendo, nevando, anocheciendo, amaneciendo, con ganas, sin ganas… vamos muchas horas, mucho sufrimiento, mucho sacrificio. Todo ello para una carrera: Hiru Handiak – Los Tres Grandes.

Una carrera de 100 Km. que sales de Zalduondo y acabas en Otxandio pasando por montes tan emblemáticos de Euskal Herria como Aizkorri, Anboto y Gorbeia, acumulando un desnivel de 10.000 m aproximadamente. Con salida el viernes a las 12 de la noche y tiempo máximo para ejecutar tal proeza de 24 horas, tardando el primero de los 1200 y pico participantes, la mitad que el ultimo (12 horas).

Pues sí, por fin llegó el día, la recogida de dorsales se tenía que hacer en Mendizorroza antes de las 10 de la noche y hasta allí me acompañaron Ángel, Maribel (los aitas de Eneritz) y Eneritz. Una vez recogido el dorsal, los autobuses destino Zalduondo no salían hasta las 11 de la noche. Casualidades de la vida, me encontré con unos conocidos Laudioarras que me llevaron hasta Zalduondo.

Puesta a punto de todo los preparativos, camelback, barritas energéticas, liquido isotónico, geles, vaselina, pulsometro… me despido de estos compañeros y me dirijo a la salida. Me posiciono en los primeros puestos de salida para disfrutar de la salida de los galgos.

Nervios, más nervios e inesperadamente, salida, al ataqueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.

Salida calmada típica de una carrera de 100 Km. salvo para dos locos que pronto los pierdo en la oscuridad de la noche. Detrás de estos se forma un amplio grupo de unos 10-15 corredores entre los que yo no me encuentro sino que prefiero ir a mi ritmo unos 10 m por detrás de estos.

Tengo un objetivo claro y es llegar a Otxandio (km 70) a las 10 horas. Para ello debo de pasar por Ventafria a las 5, por el final de los molinos a las 4.05 y subir Aizkorri con 1h 25 min de carrera. Una vez llegue a Otxandio, que sea lo que Dios quiera, si llego bien, bajar de las 15 horas sería fácil.

Pues bueno, sigamos con la carrera, después de unos pocos km de ascenso por carretera nos metemos en lo que en mucho tiempo ya no abandonaremos, el monte.

Empezamos la subida a Aizkorri, aquí voy cómodo y creo que llevo buen ritmo, la verdad que la oscuridad no es lo que más me guste pero me tendré que acostumbrar a ello, más que nada porque me quedan unas 6 horas hasta que amanezca. Empezamos a confirmar lo más que evidente, el barro iba a ser uno de los protagonistas de esta edición. Poco a poco vamos subiendo hasta llegar a una zona de piedras donde el correr es todo una aventura. Egoístamente procuro no ir el primero del grupo para no tener que estar pendiente de las marcas, bastante tengo con mirar donde piso.

Ya se oyen los ruidos del público que esta en la cima animando a los primeros corredores. Para los que conocéis Aizkorri nos os tengo que explicar nada pero para el resto, comentaros que el correr por esta zona de dia es harto difícil, pues imaginaros de noche. Después de una pequeña equivocación en el recorrido nos enfrentamos al ultimo tramo de piedras justo antes de la cima, los ánimos de algunos espectadores ayudan en estos últimos metros. Fichamos, miro al reloj y 1 hora 20 min, cinco minutos por debajo de lo previsto, eso me da ánimos.

Ahora tenemos que bajar por estas piedras para meternos a la zona de molinos donde es mi próxima referencia al final de estos, con 4 horas 5 min. Después de este descenso nada agradable para los tobillos, la niebla lo complica más aun. Si ya era incomodo correr por esta zona con piedras y oscuridad, a esto se suma la niebla.

Una vez en los molinos de viento hacemos un grupo de 12 corredores entre los que se encontraba Edu Markinez, de Llodio. Con el hice la marcha de los Bi handiak (marcha de 56 km que recorre los últimos km de la marcha de los Tres grandes ascendiendo el Anboto y el Gorbea), la verdad que acabe bastante contento, “fresco” de piernas con un tiempo de 6 h 30 min.

Bueno pues siguiendo con la carrera, estábamos en los molinos, mucha niebla, un poco de frió y un grupo de 12 corredores del cual no me podía descolgar por lo menos hasta Ventafria (el amanecer aprox.) si no, esta zona yo solo se me haría interminable.

Ya me había torcido un par de veces el tobillo y estaba un poco obsesionado con la oscuridad, la niebla y el terreno, la cabeza estaba concentrada con el donde pisar. No estaba cómodo en este sentido. Después de atravesar todos los molinos (tengo oído que son 80, no los conté) mire mi reloj y todo iba en orden, un poco más de 4 horas en este punto. Sabia que de aquí a Ventafria (final de la primera etapa km 37) tardaría una hora mas o menos. Se me acerco Edu y me dijo, “venga Gaizka, tenemos que aguantar con este grupo hasta Ventafria”. Edu cuesta arriba se solía quedar un poco pero luego en el llano tiraba para adelante metiendo caña al resto del grupo. Yo permanecía atrás todo el rato.

Con la menta puesta en Ventafria y más aun en el amanecer, corríamos por un sendero sin grandes complicaciones en el que coincidi con uno de tantos charcos-agujeros que trunco todas mis ilusiones. Vamos que metí el pie, me torcí el tobillo y colorin colorado este cuento se ha acabado.

Joder!!! Grite, Edu se intereso por mí pero le dije que siguiera para adelante que me habia jodido. En un principio pensé que podía haber sido una simple torcedura más, que no tiene mayor importancia pero enseguida me di cuenta que no iba a ser tan afortunado. Intentaba correr pero en bajada no podía, lo intentaba otra vez y permanecía el dolor y otra vez y otra vez, hasta que me di cuenta que los tres grandes para mí habían acabado.

Km. 30 aproximadamente 4 horas y cuarto de carrera torcedura de tobillo y a retirarse. Así se puede resumir mi participación. No iba a poder ni dejar una buena marca de 5 horas en Ventafria, me puse a andar incrédulo de lo que me estaba sucediendo.

Siete meses entrenando cinco y seis días a la semana para una única prueba y me sucede lo peor, me lesiono. En esos siete km hasta llegar andando a Ventafria me jure y me requetejure no volver a entrenar, no volver a correr, no merecía la pena tanto sufrimiento, tanto entrenamiento, dejar de hacer tantas cosas por preparar una carrera que te lo paga así.

En estos siete km hasta Ventafria, se me pasaron muchas cosas por la cabeza, cosas que ahora mismo no pienso pero que la situación en la que estaba me hacia pensarlo, la desilusión me invadió.

Dicen que los hombres no lloran, pues yo llore, unas lágrimas ocultas en la oscuridad que reflejaban la impotencia, la rabia, la desilusión, la decepción… no daba crédito de lo que me había sucedido.

Le llame a Eneritz (sabía que tenía el teléfono encendido) para avisarle de lo sucedido y rápidamente aviso a sus aitas para venir a recogerme. Ellos tenían intención de ir a verme a Urkiola y mis aitas a Otxandio y demas pasos, asi que no fui al unico que se le fastidiaron los planes. Les jodi el plan de sábado por la mañana. Angel junto con Maribel y Eneritz no pudieron disfrutar de ese hamaiketako que tenían intención de preparar con su infiernillo, lomo, morcilla, bacón, bota de vino…, estilo Pirineos en el Tour de Francia al que probablemente se juntarían también mis aitas.

Una vez en Ventafria (primer avituallamiento solidó), comenté con algún que otro corredor conocido lo sucedido, pedí una bolsa de hielos a la Cruz Roja y a esperar a que me vengan a recoger.

Bueno, pues esto es todo, para bien o para mal, siendo un poco cruel con migo mismo se podría resumir la temporada 2008 como un FRACASO ABSOLUTO como dirían trancas y barrancas, aunque siempre habrá que sacar algo positivo. No se que, algo ya habrá.

Si algunos os preguntáis cual puede ser mi próximo objetivo, lo tengo claro, el 28 de Junio casarme y disfrutar lo más posible en Vietnam con Eneritz.

Para mi esta temporada ya se ha acabado y habrá que mirar para adelante.

Ya tengo tiempo para reflexionar sobre lo sucedido.

La verdad que me llevo un mal recuerdo de los Tres Grandes porque no he podido disfrutar, sobretodo por la niebla. Durante la carrera me prometí no volver, pero creo que no va a ser así, de hecho ya he mirado si están abiertas las plazas de inscripción para Hiru Handiak 2010 ;-)

Nunca me he retirado de ninguna carrera y esta primera vez no puede quedar así, dentro de dos años espero enfrentarme a estos tres montes con toda la ilusión con la que lo he hecho este año y poderme quitar esta espina que tengo clavada.

Txapel

P.D: como no, por cuarto año consecutivo ganó (batiendo record y bajando de las 12 horas)el bombero Joxe Luis Albizuri. Impresionante.

P.D: Pronto metere alguna foto, del parking de Vitoria, esta claro;-)